Sentada cuento los días.
Impaciente musito tu nombre
tu nombre - verso
tu nombre - rocío,
musito tu vuelo.
Tus labios sobre mi jaula deseo;
tu calor tirano,
dueño de mis albas
degollador de mi vértigo.
Sentada palpo tu cercanía
siento el olor de tu luna,
estás llegando
y yo sigo esperándote.
En mi boca, parpadeo de tu hambre;
tu caricia sabor a violeta sospecho.
Y en mis senos, costilla de tu antojo;
tu mano dormida añoro.
Impaciente musito tu nombre
tu nombre - verso
tu nombre - rocío,
musito tu vuelo.
Tus labios sobre mi jaula deseo;
tu calor tirano,
dueño de mis albas
degollador de mi vértigo.
Sentada palpo tu cercanía
siento el olor de tu luna,
estás llegando
y yo sigo esperándote.
En mi boca, parpadeo de tu hambre;
tu caricia sabor a violeta sospecho.
Y en mis senos, costilla de tu antojo;
tu mano dormida añoro.
Y sigo esperándote
una y otra vez medejás sin palabras.
ResponderEliminaresto es hermoso. no es poesía, es amor.
No puedo encontrar algun tipo de continuidad de tiempos entre la espera en si y la sencilla añoranza que se entiende es atemporal.
ResponderEliminarAqui:
Impaciente musito tu nombre
tu nombre - verso
tu nombre - rocío,
musito tu vuelo.
hiciste un buen remate de lineas repetitivas.. ademas que la conexión "musito" no se lee nada mal..
Realmente la conexión de elementos aparentemente opuestos en tus metáforas hacen de tu poesía un volcán fértil y germinativo. Esto sí es amor, y puedo sentirlo en cada una de tus líneas. Me fascina!
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